Todos tenemos días en los que no nos apetece hacer nada, nos sentimos más cansados y con el estado de ánimo más bajo de lo normal, en estos casos es conveniente darnos un respiro, tomarnos un tiempo para descansar física y mentalmente, respirar profundamente y finalmente seguir hacia delante.
Si esto es algo esporádico no tiene importancia, no te preocupes simplemente tu cuerpo necesitaba retomar fuerzas para seguir con el día a día.
Pero presta atención, si esto se convierte enalgo rutinario, recurrente y vemos que nos es imposible continuar con nuestra vida diaria, que no sabemos resolver ciertos problemas y las emociones están más allá de lo que podamos soportar, entonces sí que sería conveniente buscar ayuda externa.
La experiencia de acudir al psicólogo a solicitar ayuda no es para todos igual, aunque a lo largo del tiempo vamos viendo que esto se vive con mayor naturalidad. Mucha gente admite fácilmente ir a su médico, a su especialista, pero reconocer la necesidad de ayuda psicológica es algo menos aceptado, aunque ya va siendo algo cada vez más aceptado.
A los psicólogos acude gente normal con vidas normales, su único problema es que no son capaces de llevar las circunstancias de esa vida por el buen camino. A menudo equivocan necesidades, actitudes, comportamientos, emociones y tienen que aprender a recolocar todo eso para poder salir airosos de esas situaciones y poder dejar de sufrir por ellas.
Existen una serie de síntomas que son un signo de alarma para acudir al psicólogo:
- Se produce “dolor emocional” en forma de emociones negativas intensas como: depresión, miedo, pánico, ira, desesperación…
- Se tiene un problema que desborda a la persona, es decir, le dificulta o impide vivir de la forma deseada o le produce gran malestar y sufrimiento. Se ha perdido el control sobre los acontecimientos diarios.
- Se ve afectada una o varias áreas de tu vida: relaciones de pareja o de familia, trabajo, descanso, alimentación, proyectos, calidad de vida, salud.Después de seguir un tratamiento farmacológico los resultados no son todo lo satisfactorios que deseas, se siente que no se es capaz de analizar las cosas con objetividad y actuar con inteligencia.
- Se tienen pensamientos negativos, catastrofistas u obsesivos o fijaciones que condicionan la vida cotidiana.
- Deseo de morir o sensación de que su vida ya no tiene sentido.
- Piensa que todo el mundo está en su contra.
- Ha fallecido un familiar o una persona muy cercana y no es capaz de asumir su ausencia, condicionando su vida diaria.
Si finalmente decides realizar una consulta, recuerda que nuestra ética profesional nos obliga a mantener el anonimato y el secreto profesional de todas las conversaciones que se lleven a cabo. Toda la información recibida, por tanto, se tratará respetando la total intimidad y privacidad de la persona que realiza la consulta.